Integración de las “terapias sistémicas” con otras praxis de psicoterapia. Plazo inscripción finaliza el 20 abril
Puntualización: Es un seminario impartido en otras ocasiones. En esta he incorporado la integración de lo sistémico con lo junguiano. Los puntos nuevos en este módulo se mencionan a continuación y los demás puntos del programa están modificados desde esta integración, también los casos prácticos que se mencionaran. He puesto en práctica el criterio de integrar los módulos de la formación con lo junguiano que considero debe ser un punto de vista que puede ser útil para replantear la formación de la asociación.
– Aspectos transgeneracionales. Transmisión de los ancestros. Inconsciente colectivo familiar. “karma impersonal”
– Qué es sistémico en apariencia: Constelaciones familiares,…
Programa y modo de inscripción
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“Tengo la viva impresión de que estoy bajo la influencia de cosas o interrogantes que quedaron sin respuesta para mis padres y abuelos. Muchas veces me pareció que en una familia existía un “karma” impersonal que se transmitía de padres a hijos. Me lo pareció siempre, como si hubiera de dar respuesta a cuestiones que se plantearon a mis antepasados, sin que ellos pudieran responderlas, o como si debiera terminar o proseguir cosas que el pasado dejó inconclusas. A este respecto es muy difícil saber si estas cuestiones tienen un carácter más personal o más general. A mí me parece que se trata de lo segundo. Un problema colectivo aparece siempre -mientras no se le reconoce como tal- como problema personal, y despierta, en un caso dado, la ilusión de que en el terreno de la psique personal algo no está en regla. (…) Por lo tanto, las causas del desarreglo deben buscarse en tal caso no en el ámbito personal, sino más bien en la situación colectiva. (Jung)
“Las familias son organismos y la vida psíquica de una red familiar es un círculo cerrado en el que, en la profundidad del inconsciente, se representan con mucha frecuencia violentos dramas emocionales que guardan mucho parecido con las tragedias de la antigüedad (…) A través de la familia puede transmitirse una amplia gama de conflictos instintivos que tienen, al mismo tiempo, un valor creativo y destructivo (…) La imagen de la maldición familiar, tan querida por la mitología griega, es un vívido retrato de lo que permanece oculto tras las apariencias, encarnando la experiencia del destino de la familia (…) En última instancia, las características a las que nos referimos son los arquetipos, los patrones o modos de percepción esenciales a los que hacen referencia las imágenes míticas. Estos son los elementos que pasan de generación en generación (…) Si las imágenes arquetípicas son representaciones de los instintos experimentados por el psiquismo, los patrones arquetípicos que operan en el interior de las familias son representaciones de las entrañas de la familia, el paralelo psíquico de la herencia biológica (…) Nuestras familias son nuestro destino porque estamos hechos de la substancia de esas familias, y constituye una herencia física y psicológica que nos acompaña desde el momento del nacimiento.”
